9/3/11

EL ESPEJO. Cuento breve


Nada iba bien para ella, la vida se tornó adversa y el túnel de la decepción se hizo mas extenso.
La causa de tanto fracaso y de tanta derrota estaba, según ella pensaba, en su propio hogar.
Frente a su cama en el pequeño dormitorio, desde hacía varios meses, un gran espejo roto.
Esa mañana de invierno, como cada día, se disponía a efectuar la travesía por la ciudad, pensando en terminar sus angustias.
La carretera central estaba despejada y húmeda, era la mañana de junio y los vehículos transitaban de norte a sur a gran velocidad. El expreso  hizo su recorrido en forma expedita y ella en pocos minutos caminaba por la vereda lateral con el gran espejo bajo el brazo. Un espejo roto siempre es causa de desgracias e infortunios.
Con paso nervioso y con la idea inquietante rondando en su mente, se acercó al puente Bulnes sobre el río Mapocho. "Mátame de frente", leyó de reojo en un descolorido mural que representaba las bayonetas de los soldados apuntando a un sacerdote.
Caminó hacia el centro del puente gris,  desde donde a unos cinco metros hacia abajo, el torrente oscuro corría a gran velocidad; a sus espaldas los vehículos sobre el puente encendían las luces y activaban el limpiaparabrisas, la superficie vibraba levemente.
Con sus manos temblorosas, desde allí , arrojó el espejo que golpeó el agua y se rompió en pequeños trozos,  que se perdieron de vista rápidamente.
La corriente del río se llevaría la mala suerte y sus desgracias.
Respiró profundamente y se encaminó hacia  el sector de Matucana.
La lluvia se desató sobre la ciudad, ella aceleró sus pasos procurando controlar la emoción...



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